Renuncié.

La verdad ya no estoy enojada, sólo decepcionada. Se ha vuelto en ese tipo de fracaso que te lamentas cada que recuerdas, como mi fracaso en el japonés y cada que me junto con Anuka terminamos lamentándonos... Sí, es algo así, pero diferente; esta decepción desaparecerá y sólo se convertirá en una experiencia vivida.

Cuando empecé a trabajar, me contaban que las chicas que entraban ahí duraban máximo 1 o 2 quincenas, yo tenía planeado durar al menos 6 meses por el hecho de conseguir "experiencia laboral" y así poder entrar a un trabajo mejor, por lo que pretendía superar ese promedio de dichosas renuncias. Pero sucedieron ciertas circunstancias de las que no quiero hablar detalladamente; en el trabajo lo llaman el 'error' de la nueva empleada, por decirlo amablemente, yo lo llamo de otra forma. 

Renuncié. No renuncié a continuar mi camino. No renuncié por el hecho de una estafa. Renuncié por la decepción que me encontré, por la mediocridad y conformismo a lo que estaban acostumbrados en ese lugar. La empresa por otro lado es miserable y no cuida ni a sus empleados. No quería que me pagaran más. No quería que me felicitarán cada que hiciera bien algo. Renuncié porque me quite un problema y les quite también un problema a ellos.

A veces pienso en la razón por la que entre a trabajar, fue en parte porque quería ayudar en mi casa; renunciar a pesar de su apoyo me hace sentir que fracasé, no sólo por ese hecho, también porque siempre que empiezo algo me gusta hacerlo hasta terminar porque sino siento un gran vacío y decepción en mi ser. Fracaso. 

Ciertas veces pienso en cómo pude evitar en próximas situaciones lo que paso sin robar o desatender mi trabajo. Pero también recuerdo y analizo mis ideales; producir ganancias a una empresa extranjera que vende productos de la más baja calidad, ser cómplice de la negligencia, ver cómo los mexicanos compran porquería al por mayor sin razonar… Hay muchas razones en cuanto a mis ideales que me hacen sentir más que bien en cuanto a la renuncia y al final todo se queda como una experiencia adquirida.

Por otra parte le comenté a una conocida mis razones de la renuncia, ella es nacionalsocialista, supuse que su respuesta sería de gozo ante mi punto de vista dejando aquella mala situación, pero su respuesta fue completamente inesperada… Me dijo que no hubiera renunciado y hubiera hecho lo mismo que me paso… Creo que sentí la misma decepción y enojo que al estar en aquella situación, pero aún más penetrante... Un NEONAZI incitándome a vengarme con la misma deprochable acción… Tal vez ya no se trata sólo de ideales, simplemente del lugar en el que crecimos y cómo crecimos.

Sólo puedo decir que siempre hay que tratar de limpiar ciertas cosas que se encuentran más comúnmente en el piso y si no se puede siempre habrá la posibilidad de levantar el pie o rodear para nisiquiera rozar y poder seguir tu camino limpiamente.

Y ante todo, hoy prefiero ser la persona robada y no el ladrón, prefiero ser el que fue golpeado y no el golpeador, prefiero esperar 20 años a que crezca mi propio éxito a ganarme la lotería de la noche a la mañana.

Les comprarto este discurso de Hitler que habla sobre el trabajo en conjunto.

* Tenía una mejor entrada en mente, deje pasar los días a lo que la inspiración y enojo se fueron esfumando. Espero que al menos destaque la idea principal de la entrada. Gracias por leer.